Se nos van los osos

El año 2020 y este 2021 está siendo muy dañino para los osos.

Des del el año 1996 ha habido 7 osos fallecidos por cusa humana en el Pirineo. El oso Cachou fallecía en Les, la Vall d’Aran, el pasado 9 de abril del 2020.

En un inicio se creyó que Cachou murió tras ser atacado por otro oso y caer por un precipicio. Una muerte similar a la de la osa Palouma, que supuestamente cayó por un precipicio tras ser ahuyentada por distintas batidas de caza, en agosto del 2006. Un año más tarde Franska moría atropellada por un coche tras ser asustadas también por distintas batidas.

Se ha visto que Cachou falleció a causa de un envenenamiento con anticongelante que se colocó en restos de caballo intencionadamente.

Los accidentes de caza son una de las grandes causas de muerte no natural de estos animales. Más recientemente, en junio de 2020, se encontró muerto al oso Gribouille, en Ariège (Francia), en la frontera con el Valle de Arán. El cuerpo presentaba varios impactos de arma de fuego.

La muerte más polémica, más allá de la de Cachou, es la de su padre Balou, en el 2014. Fue herido en una pata por cazadores y, más tarde, lo encontraron muerto en extrañas circunstancias, por culpa de un rayo, según la administración.

El cazador que abatió a Sarousse declara que disparó cuando la osa corría hacia él.

En 2014 falleció Auberta, un osezno de meses, después de haber sido operada para colocarle un localizador bajo la piel. Varios estudios advertían del peligro de esta técnica, en la que un 60% de casos fallecían. Además, al ser cachorro, al rasgarse se provocaría una infección en la zona.

Hoy en día, la Generalitat subvenciona a los ganaderos en caso de ataque y les ayuda en la implantación de medidas para proteger a sus rebaños.

Gracias al programa de reintroducción, se estima que la población del oso pardo en los Pirineos ha alcanzado ya la cincuentena de ejemplares. Según dato oficiales del departamento de Territori i Sostenibilitat, entre 1996 y el 2019 hay 40 ejemplares muertos en los Pirineos: 3 por enfermedad o edad; 3 por accidentes de caza; 1 por atropello; 4 por accidentes naturales (caídas); 1 por un rayo; y 6 por infanticidio (cachorros de primer año, básicamente). Los demás son ejemplares que han ido desapareciendo sin dejar rastro y que, al cabo de dos años sin detectarlos, se les da por muertos, señalan fuentes del departamento.

Los que nos conocen saben nuestra debilidad por los osos, y este resumen nos estremece. Tenemos y debemos cuidar estos animales y su hábitat, respetándolos y admirándoles.

Fuentes:

https://www.lavanguardia.com

Bibliografia del oso:

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