Aquí os presentamos el resúmen de un trabajo de tafonomía en aves. Un riguroso trabajo elaborado en la Patagonia. Creemos que puede ser muy útil para arqueólogos y paleontólogos que están estudiando procesos tafonómicos…
La TAFONOMÍA es la disciplina científica que se dedica a comprender cómo se conservan o destruyen los restos orgánicos. Estudia los procesos de preservación y de la forma en que éstos afectan a la información que puede obtenerse a partir del registro fósil, tanto paleontológico como arqueológico (Behrensmeyer et al., 2000).
TAFONOMÍA EN AVES
Entre los aspectos más recurrentes, se ha observado que las extremidades posteriores se desarticulan de la carcasa antes que las anteriores. Asimismo, los elementos de las extremidades posteriores se desarticulan entre sí más rápidamente que los de las extremidades anteriores. Estas últimas permanecen más tiempo como una unidad, frecuentemente junto a coracoides, fúrcula, escápula y, en algunos casos, esternón. En ambas extremidades, las porciones proximales se desarticulan antes que las distales. Estos aspectos de la secuencia planteada para carcasas de aves voladoras son coincidentes con la detectada en Patagonia, y también se cumplen en los restos de pingüinos (Cruz, 2007b).
En las carcasas de ñandúes, en cambio, los primeros elementos en desarticularse son el cráneo, la cintura escapular, el esternón y las extremidades anteriores, que son rápidamente destruidos por los procesos tafonómicos. Vértebras y costillas pueden permanecer articuladas como una unidad en conjunto con la pelvis, pero se desarticulan y destruyen antes que las extremidades posteriores. Estas extremidades, especialmente la porción distal (tibiatarso, metatarso y dígitos), pueden permanecer articuladas por largo tiempo y sus elementos son los más resistentes a los procesos destructivos (Belardi, 1999; Cruz, 2007c; Cruz y Elkin, 2003; Cruz y Fernández, 2004).
Entre los restos de aves voladoras predominan los elementos correspondientes a las extremidades anteriores (especialmente húmeros, radios y ulnas), las vértebras, así como los tibiatarsos (Cruz, 2005; Muñoz y Savanti, 1998). En el caso de los ñandúes, los elementos más representados son los de las extremidades posteriores (tibiatarsos y tarsometatarsos) y las vértebras (Belardi, 1999; Cruz, 2000, 2005; Cruz y Elkin, 2003; Cruz y Fernández, 2004). Los restos de pingüinos más abundantes son los correspondientes a ambas extremidades (especialmente húmero, fémur y tibiatarso) y el coracoides (Cruz, 1999, 2005, 2007b; Emslie, 1995). La cintura pélvica es la porción anatómica menos representada en todos los casos.
Éste es sólo una extracción del artículo. Realmente es muy interesante. Os recomendamos leer y seguir a Isabel Cruz.
Referencia: Isabel Cruz. TAFONOMÍA DE HUESOS DE AVES. ESTADO DE LA CUESTIÓN Y PERSPECTIVAS DESDE EL SUR DEL NEOTRÓPICO. Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 13, Bogotá, julio-diciembre 2011, 294 pp. ISSN 1900-5407, pp. 147-174.